miércoles, 3 de agosto de 2011

Proyecto es para fortalecer o desprestigiar -aún más- el Congreso?

Actualización (Ago 6): J.M. Corzo se dió cuenta que la iba embarrando y retiró el proyecto. Pero mi opinión se mantiene y todavía faltan sus disculpas.
Una cosa es buscar la doble instancia para los congresistas, una garantía procesal que comparto en su pertinencia. Pero otra es meter mico hasta más no poder. Es sencillamente fatal como el nuevo presidente del Congreso Juan Manuel Corzo borra con el codo –en 15 días- lo logrado en el último año.
Pocas instituciones democráticas en Colombia padecen de un desprestigio tan arraigado como el Congreso. Pero la última legislatura logró iniciar una inflexión con resultados significativos: aprobación de una agenda legislativa ambiciosa, mejoría en la disciplina parlamentaria, reducción del ausentismo, etc. No es que ahora sea la panacea, pero al menos empezaba a dejar de ser el “nido de pícaros con sueldos exorbitantes” que tanto molesta a sus electores. Y por eso su ex presidente Armando Benedetti merece aplausos por su liderazgo, pese a su fastidiosa arrogancia.

Pero ahora su sucesor conservador, con un solo proyecto de acto legislativo de su autoría –“De Fortalecimiento Jurídico del Congreso”, lo llama- nos recuerda el estereotipo del congresista ventajoso, oportunista y descarado. Y lo hace desde su posición privilegiada de vocero y representante del Congreso.

Sin querer arremeter por el clarísimo conflicto de interés directo por legislar en beneficio propio (Art. 286 Ley 5/92 – Estatuto del Congresista), alguien dígame: ¿Qué presentación tiene que un Presidente del Congreso –¡con cinco investigaciones penales en su contra!- proponga reformar la Constitución logrando así obstaculizar los procesos andantes en su contra por vía de una inmunidad parlamentaria? Porque la vigencia es “a partir de su promulgación”, y no al finalizar el periodo actual, como debería ser. Corzo lo defiende diciendo que no es impunidad, ya que la respectiva Cámara decidiría si levanta la inmunidad parlamentaria. Pero ¿quién puede imaginarse a la mayoría uribista -tan afanada en su momento por aprobar la reelección- levantándole el “segurito” a Yidis Medina o a Teodolindo Avendaño para evitar su juicio?

Y no para ahí. El proyecto de acto legislativo también busca prohibir a la Corte Constitucional pronunciarse sobre la competencia del Congreso para reformar ciertos temas de la Constitución que hoy le están vedados; aquellos que son de su esencia. Pues bien, bajo la “Constitución Corzo” por ejemplo, este personaje bien podría proponer -sin miedo a que fuera declarado inconstitucional- que su periodo como congresista fuera vitalicio y pagado. O llegar al extremo aberrante de proponer permitir la esclavitud de personas con síndrome de down; todo porque la Corte no podría “nunca” –dice el proyecto- pronunciarse sobre el fondo de la propuesta sino sólo por el procedimiento en su formación. ¿Qué presentación tiene esto?

También propone que los congresistas puedan ser ministros… ¡o embajadores! Esto ya es torpeza. Quisiera ver a nuestros congresistas-embajadores de China o Sudáfrica viniendo cumplidos a las plenarias cada semana…si ni siquiera lo hacen viviendo acá!

Si este señor quiere fortalecer el Congreso, lo primero que debe hacer es desistir de tan desatinado proyecto y ofrecer disculpas a sus colegas por reforzarles el karma de ser vistos como políticos corruptos. Y al país.

Si de buscar más garantías para los Congresistas se trata, que promueva una Asamblea Constituyente con la tarea específica de hacerlo...pero que no sea tan ventajoso de legislar en nombre propio, y desprestigiar en nombre de otros.

Y por si acaso, que a mi no me diga que opino sin siquiera leer el proyecto porque lo leí todo.

@DiegoPardoA

PD: No entiendo por qué la Iglesia invoca el argumento de proteger la vida para penalizar el aborto en los casos en que la vida de la mujer -y la del feto- está en peligro. Pero eso es otro tema...

No hay comentarios:

Publicar un comentario